El Tai Chi no es solo una gimnasia china sino que es un sistema preventivo centrado en mantener la flexibilidad articular, la elasticidad de los músculos y la reestructuración óseo-articular.

El Tai Chi se considera un arte marcial ya que todos sus movimientos tienen una explicación desde el punto de vista de la defensa y ataque. Dista mucho de la idea occidental de que se trata de una gimnasia china.

Se trata de un sistema preventivo centrado en mantener la flexibilidad articular, elasticidad de los músculos y se centra en la reestructuración óseo-articular.

Desde los hospitales de la República Popular China se aconseja su práctica para la rehabilitación de diferentes patologías como hernias de disco, esguinces, contracturas musculares, acortamientos musculares, etc.

El practicante debe en todo momento mantener la espalda recta y centrar su fuerza en el tren inferior (piernas).

Su relación con la Osteopatía

La osteopatía entre otras cosas centra su estudio en la corrección articular y el buen funcionamiento anatómico de las mismas.

La forma de caminar en este sistema garantiza el buen funcionamiento de las caderas y la movilidad de las Palas Ilíacas y Sacro. En todo momento ambas Palas realizan una anteversión y retroversión Pélvica que permite que toda la musculatura baja de la espalda como Psoas Ilíaco y Lumbares se muevan con facilidad. A su vez la musculatura inferior aumenta su rango dado el estiramiento moderado previniendo posibles lesiones en un futuro.

La parte superior (tronco, espalda y brazos) deben estar en sincronía relajados al máximo pero sin extender las articulaciones por lo que todos los músculos de estas zonas descansan sobre el sistema óseo sin presión. Se hace mucho énfasis en la relajación de la musculatura a través de la respiración abdominal lo que fulmina el estrés de forma clara. Como es bien sabido en la profesión la mayoría de las patologías que se producen tienen una relación con el nivel de estréss y tensión emocional que sufren los pacientes. No es exagerado decir que el 90% de las mismas tiene su origen en esa tensión acumulada. La disminución de esta tensión, gracias a la respiración, favorece la perfecta oxigenación de cada célula del cuerpo lo que produce una regeneración de las mismas. La circulación sanguínea por lo tanto es favorecida por el aporte extra de oxígeno garantizando la llegada con más intensidad a cada órgano interno. Lo cual previene y mejora ciertas patologías relacionadas con la Osteopatía Visceral, como úlceras de estómago, mal funcionamiento del corazón, hígado, bazo, etc. Los niveles defensivos del sistema inmunológico se fortalecen de forma adecuada.

Existen infinidad de estiramientos para todo el cuerpo lo que va a permitir que cada vértebra rote, lateralice y realice la flexión y extensión contemplada en el estudio de la Osteopatía. Esa mayor amplitud vertebral ayuda a que el conjunto vertebral por poner un ejemplo entre D5 – D9 implicadas en el funcionamiento del estómago mantengan la liberación nerviosa que llega a este órgano con la consecuencia final de un mejor y mayor funcionamiento.

Una de las zonas de mayor implicación en el sistema es la movilidad de la L3 centro clave dentro de la Osteopatía para liberar compresiones nerviosas implicadas en las ciáticas, funcionamiento optimo del páncreas, intestino grueso y problemas musculares focalizados en cuádriceps e isquiotibiales por citar algunos.

Los movimientos al ser suaves y controlados evitan que los meniscos y discos intervertebrales no sufran en absoluto ya que no existen saltos y grandes impactos como podría producirse en otro tipo de deportes. En el calentamiento se realizan rotaciones de articulaciones como rodillas, codos, muñecas, hombros, cintura escapular, caderas y tobillos de forma armónica y pausada lo que aumenta la lubricación del líquido sinobial tan necesario para que estas zonas se lubriquen y funcionen de forma adecuada. Óptimo trabajo clave para el tratamiento y mejora de patologías como la artritis.

La energía vital del ser humano lo que nosotros denominamos «Chi» aumenta considerablemente reorganizando su fluido por todo el cuerpo.

Todo este paquete de oxigenación, relajación muscular y mental además de la reestructuración ósea favorece a que el líquido cefaloraquídeo fluya con más intensidad desde el cráneo y por lo tanto se alivien tensiones en las fáscias y permitan el mejor movimiento de los órganos internos.

La labor del terapeuta

Ya hemos citado que se trata de una actividad preventiva por lo que no debemos olvidar en todo momento la labor manual del Osteópata. La simple práctica no garantiza que si tenemos una vértebra en flexión o extensión afectada pueda corregirse por sí sola. Lo que si garantiza la práctica del Tai Chi es que después de una reestructuración en una sesión se mantenga lo máximo posible el rango alcanzado. La combinación de las dos técnicas implica el compromiso por ambas partes de mantener la salud del paciente, dandole autonomía y responsabilidad de mantener su bienestar. Se enseña al practicante a responsabilizarse de su cuerpo y de sus limitaciones, ayudándole a que acoja esta disciplina como una filosofía de vida.

David González Pujana
Lido. en Psicología. Maestro Nacional de Tai Chi y Chi Kung. Quiromasaje, Masaje Terapeútico y Deportivo, Osteopatía
www.artedelequilibrio.com